El tiempo libre es el momento
pleno del día, donde se puede llegar a casa y descansar, quitarse los zapatos y
ponerse ropa cómoda. Es esa sensación de quitarse todas las cargas en la
jornada laboral o académica, quizás como correr por un campo de flores, en
definitiva es frescura total.
Sin embargo, lo que algunas
veces no tenemos en cuenta, es que ese tiempo libre no está diseñado para
dormir, continuar trabajando en casa, o permitir que los aparatos electrónicos
tomen el control. Científicamente, deberíamos utilizarlo para fomentar el desarrollo de destrezas y de habilidades motoras,
creativas, sensoriales, cognitivas y sociales.
Pues el
objetivo principal es recuperar el desgaste de energía transcurrido en el día,
ya que el cerebro nunca deja de funcionar, así que siempre está recibiendo
órdenes para trabajar.
En algunas
ocasiones del tiempo libre, no encontramos un qué hacer. Por tal motivo se
sugiere una lista de actividades para que cada persona lleve a cabo, teniendo
en cuenta los hábitos, entorno social y cultural.
Deporte y recreación: brindan una calidad de
vida, pues aportan al acondicionamiento físico, emocionalmente fortalecen
nuestra mentalidad y se disminuye el
riesgo de contraer enfermedades.
Manualidades: son
consideradas como una terapia para combatir la depresión, ansiedad y estrés ya que es una actividad que requiere
concentración, dedicación y esmero. Lo que trae como como resultado que las
personas puedan equilibrar sus energías y entrar en un estado de relajación
mental, y conseguir la satisfacción de lograr un producto de gran utilidad.
Retiro
Espiritual:
es un fin religioso que ofrece gran cantidad de beneficios para el cuerpo,
mente y espíritu. Pues la relajación y el descanso que se logra en esta
actividad libera el estrés acumulado.